"Es el BCE quien tiene que autorizar la operación y, por lo tanto, tenemos que ser absolutamente prudentes", ha respondido el exministro de Economía a la entrada de un almuerzo de prensa.

Guindos también ha indicado que, aunque todavía no se sabe si la opa "va a cristalizar", la autorización se otorgará o no basándose en un análisis sobre el principio prudencial y de solvencia.

Estabilidad 

El vicepresidente del BCE se ha mostrado claro al respecto: "Buscamos la estabilidad del sistema financiero de la zona euro, y España es importante".

Sin embargo, ha declinado valorar las posibles consecuencias de una fusión en la competencia del sector bancario español. Guindos ha señalado que ese tipo de cuestiones competen a las autoridades de competencia.

El vicepresidente del Banco Central Europeo cree que, dado el tamaño de la operación y los mercados donde operan ambas entidades, a lo mejor la operación requiere también de autorización de competencia europea. 

Ahora bien, a su juicio, lo "más importante" es definir qué se entiende por "mercado relevante". 

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"No es igual que se analice a nivel España o que se haga a nivel más local, porque entonces el análisis va más al detalle y a circunstancias específicas", ha señalado. En cualquier caso, considera que -dada su experiencia- "en el ámbito bancario el análisis debería hacerse lo más desagregado posible". 

Para Guindos lo importante en este momento es esperar, pero teniendo en cuenta que lo esencial es que se produzca una "concentración" para proteger a las entidades financieras. Ahora bien, "el BCE favorece las operaciones transfronterizas, pero por ahora no cuajan", ha sentenciado. 

Se trata de un proceso complejo porque "las normativas nacionales lo complican y porque existe un cierto proteccionismo nacionalista". Todo ello por no hablar de que todavía no se ha producido de verdad la "unión bancaria".